FICHA TÉCNICA:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Incertae sedis (en discusión) (posiblemente
Falconiformes, Accipitriformes, Ciconiiformes, o
Cathartiformes) (para más información véase Cathartidae)
Familia: Cathartidae
Género: Vultur
Lesson, 1842
Especie: V. gryphus
Linnaeus, 1758
El cóndor andino(Vultur gryphus), cóndor de los Andes o simplemente cóndor es una especie de ave de la familia Cathartidae que habita en Sudamérica. El orden al que pertenece su familia se encuentra en disputa. Se extiende por la Cordillera de los Andes, cordilleras próximas a ella y las costas adyacentes de los océanos Pacífico y Atlántico. Es el ave no marina de mayor envergadura del planeta. No posee sub-especies. Su nombre procede del quechua kuntur.
El cóndor andino fue descrito en 1758 por Carlos Linneo en la décima edición de Systema naturæ, y conserva la nomenclatura binominal original de Vultur gryphus. El término genérico Vultur proviene del latín vultur o voltur, que significa 'buitre', en tanto, gryphus deriva de la palabra del griego antiguo γρυπός (grupós, 'pico con forma de gancho'). Es una especie emparentada con el cóndor de California y con el cóndor de la selva o cóndor real. Este último es, genéticamente, su pariente más cercano; incluso algunos autores han colocado ambas especies en una subfamilia separada de los demás buitres americanos, aunque la mayoría de ellos no considera necesaria esta subdivisión.
El cóndor andino es reconocido como una de las aves voladoras más grandes del planeta, llegando en ocasiones a ser superado en envergadura solamente por el albatros viajero y el real, si bien el cóndor es más alto, más robusto y más pesado que aquellos. Los adultos llegan a medir hasta 142 cm de altura, y de 270 hasta 330 cm de envergadura, con una media de 283 cm, y pesan de 11 a 15 kg los machos y de 8 a 11 kg las hembras. Poseen la cabeza desnuda, de color generalmente rojizo, aunque el mismo puede cambiar según el estado de ánimo del animal; pico de borde muy cortante y terminado en gancho. Las alas son largas y anchas, y las patas, no prensiles, poseen uñas cortas y poco curvas, y con la inserción del dedo posterior elevada. Las mismas están adaptadas para la marcha y para la sujeción de la carroña. Alcanzan la madurez sexual aproximadamente a los 8 años.
El plumaje juvenil de ambos sexos es de color marrón hasta alcanzar en mudas sucesivas el característico plumaje negro-azabache de los adultos. Una ancha banda blanca resalta en el dorso de las alas y un nítido collar blanco no completamente cerrado al frente, protege la desnuda piel del cuello.
Los machos presentan una cresta o carúncula y pliegues en la cara y cuello que aumentan de tamaño con la edad. Alcanzan mayor peso y envergadura que las hembras y sus ojos son de color café. Las hembras no poseen cresta aunque al igual que los machos presentan pliegues. Sus ojos son de color rojizo.Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, el cóndor andino puede volar utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido y pueden alcanzar hasta los 6500 metros de altitud; luego puede planear por cientos de kilómetros casi sin mover las alas extendidas, el cóndor consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar climas gélidos.
Los cóndores son prácticamente mudos al tener atrofiada la siringe.
El cóndor se alimenta de animales muertos. Una vez localizada la carroña, los cóndores no descienden a comer de manera inmediata sino que se limitan a volar sobre la misma o se posan en algún lugar desde donde ésta se vea claramente. Uno o dos días pueden pasar hasta que finalmente se acercan. Comienzan a alimentarse en los puntos más accesibles o blandos de los cadáveres, es decir, los ojos, lengua, ano, ubre o testículos, abdomen y entrepierna. Con sus fuertes y cortantes picos desgarran los tejidos y abren los cueros, lo que adicionalmente facilita el aprovechamiento de la pieza por parte de carroñeros de menor envergadura. Un cóndor puede ingerir unos 5 kg de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta 5 semanas.
Dormidero
Los dormideros, compartidos por ejemplares adultos, sub-adultos y juveniles de ambos sexos están generalmente localizados en riscos altos y protegidos de la lluvia, el viento y potenciales depredadores. En la mayoría de los casos observados los dormideros y posaderos preferidos, y por ende disputados, son los que reciben más temprano los rayos solares. Siendo que la carroña está distribuida al azar, los animales usan repetidamente varios sitios de descanso o pernocta dependiendo de la disponibilidad de alimento en el área llegando a concentraciones de hasta 124 individuos.
Reproducción
En ambiente natural, uno de los aspectos menos conocidos del cóndor es el referido a su reproducción. Los cóndores son básicamente monógamos, es decir que escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida. Sólo en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva pareja. El ciclo reproductivo del cóndor, incluido el cortejo, apareamiento, incubación y levante del polluelo hasta su emancipación dura aproximadamente dos o tres años. La especie posee el período de incubación más prolongado entre las aves rapaces; en el momento de estro o celo el color comúnmente rojizo de la piel de la cabeza se les torna amarillento. Luego de 56 a 60 días de incubación compartida, nace el polluelo el cual es alimentado por ambos padres con carne regurgitada. A los seis meses ya intenta dar sus primeros vuelos en el área inmediata a su lugar de nacimiento y a los nueve el juvenil está listo para acompañar a sus padres en sus vuelos. De ellos asimila los comportamientos básicos para su supervivencia. Al cabo de un año y medio o dos se integra a la población local, y disputa un lugar en la carroña.
Nido
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes paredes rocosas verticales, protegidas del viento y la intemperie. Las dimensiones de los nidos son altamente variables. Depositan el único huevo directamente sobre el sustrato arenoso de las cuevas en el cual han creado una depresión presionando el pecho contra el sustrato. Igualmente utilizan el pico para dar forma final a los bordes del mismo. Este comportamiento se ha observado especialmente en los machos.
Filogenia
Aunque hasta hace relativamente poco tiempo se clasificaba a los cóndores entre los buitres, actualmente se nota que su linaje es más próximo al de las cigüeñas y garzas pese a que la divergencia evolutiva les ha distanciado grandemente en aspecto y hábitos. Quizás Argentavis magnificens se cuente entre los ancestros de los cóndores; lo que está comprobado es que los cóndores colonizaron sus territorios desde las zonas frías ubicadas en el sur de Sudamérica, al elevarse la cordillera de los Andes los biotopos con climas fríos se extendieron hasta las actuales Colombia y Venezuela y aún más al norte, hasta California.
Distribución
El cóndor andino se encuentra distribuido a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde el sur de la Tierra del Fuego (Argentina y Chile) hasta el occidente de Venezuela. Uno de sus mayores hábitats se encuentra en el Cañón del Colca (siendo también uno de los mayores destinos turísticos del Perú) en la Provincia de Caylloma, Arequipa, en el sur del Perú. Sin embargo, las poblaciones registradas en Perú, Ecuador y Bolivia tienden a disminuir. Venezuela se convirtió en el hogar de dos cóndores en el año 2000 que dieron nacimiento a una polluela, la primera cóndor nacida en Venezuela desde su extinsión y a quien los niños de Mérida durante una sesión especial del Consejo Legislativo Regional bautizaron con el nombre de Nareupa, cuyo nombre significa “Camino del Sol”. Esta pichona fue reintroducida a la vida silvestre como parte del programa de reintroducción del Cóndor Andino desarrollado por la fundación Bioandina. Anterior a ello, en enero de 1999 dos pichones de cóndor criados en Argentina fueron liberados en el valle de Mifafí, parte del Parque nacional Sierra de La Culata. En 2001 dos machos y dos hembras fueron reintroducidos en el Páramo de San Pedro del parque nacional Sierra Nevada provenientes de zoológicos estadounidenses. La liberación definitiva de estos animales conlleva a seguimiento satelital por medio de transmisores de la NASA con envío actualizado de datos de posición y monitoreo a cargo de los expertos.
Su área máxima de difusión hacia el este se ubica en Argentina alcanzando el Océano Atlántico en las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut y Río Negro, luego toca las sierras que se encuentran en el oeste de la provincia de La Pampa y las Sierras de Córdoba (ocasionalmente se han reportado avistamientos en la Sierra de la Ventana ubicada en el sureste de la provincia Buenos Aires). Las regiones andinas del norte de Argentina tienen poblaciones relativamente numerosas y aparentemente estables. Una de las poblaciones más abundantes se ha registrado en la región del noroeste de la Patagonia Argentina, con alrededor de 300 individuos entre los que se estiman 200 adultos, un número considerable teniendo en consideración que el número total mundial se estima en alrededor de 6700 individuos adultos.
Desde 1800, su distribución y número a lo largo de toda América del Sur ha disminuido gradualmente, llegando a estar en peligro de extinción, el motivo para tal merma ha sido el exterminio a manos humanas por la creencia de que los cóndores cazan ganado vivo y que ciertas partes de su cuerpo tienen poderes terapéuticos o mágicos. Ha podido constatarse la supervivencia en libertad de 2620 ejemplares sólo en el Perú (120 únicamente en los andes del norte), 2784 cóndores distribuidos entre Argentina y Chile juntos, Colombia con 100 y Venezuela con 14 (población asentada a partir de las introducción con ejemplares provenientes de la cría en cautividad ya que con anterioridad solo hacia presencia como visitante ocasional). En Ecuador un censo a nivel nacional, el único en su tipo para la región, arrojó 102 individuos en 2016. En Bolivia se carece de registros.
Amenazas
El cóndor andino es considerado una especie casi amenazada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Fue puesto por primera vez en la lista de Especies en Peligro de Estados Unidos en 1970, un estado que se asigna a un animal que está en peligro de extinción en la totalidad o de una significativa parte de su área de distribución. Las amenazas a la población incluyen la pérdida de hábitat necesario para la búsqueda de alimento, el envenenamiento secundario de los animales muertos por los cazadores y la persecución.
Se encuentra amenazada principalmente en la zona norte de su distribución y es extremadamente rara en Venezuela y Colombia, donde se ha sufrido una disminución considerable en los últimos años. Debido a que está adaptado a una mortalidad muy baja y a bajas tasas de reproducción, es extremadamente vulnerable a la persecución humana, la mayoría de los cuales se deriva del hecho de que es percibido como una amenaza por los agricultores debido a supuestos ataques al ganado. Los programas de educación han sido implementadas por los conservacionistas para disipar este malentendido. Los programas de reintroducción con cóndores criados en cautividad, que liberan aves nacidas en zoológicos de América del Norte en la naturaleza para reforzar la población, se han introducido en Argentina, Venezuela y Colombia.
En Colombia, Venezuela, y especialmente Perú, se está llevando a cabo en la actualidad proyectos de repoblación en áreas históricamente habitadas por cóndores y de las cuales fueron extirpados en el s. XX. Con en el estudio de registros históricos, se puede afirmar que la densidad poblacional de la especie fue siempre menor en el extremo norte de su distribución (Andes del Norte) comparado con los países del sur, quizá debido parcialmente a que países como Bolivia, Chile y Argentina, poseen vastos territorios relativamente despoblados de humanos y con excelente hábitat para la especie.
Proyecto de conservación
Los primeros cóndores criados en cautiverio fueron liberados en el medio natural en el año 1989. Donde el contacto humano con la cría natural de cóndores es mínimo; los polluelos son alimentados con títeres de guante que se asemejan a los cóndores andinos adultos con el fin de evitar la impronta de los polluelos con los seres humanos, que podría ponerlos en peligro al ser liberados, debido a que no ve a los seres humanos como un peligro. Los cóndores se mantienen en aviarios durante tres meses antes de la liberación, en el que se aclimatan a un ambiente similar al entorno donde serán liberados. A los cóndores se les realiza un seguimiento por satélite con el fin de observar sus movimientos y para controlar si aún están vivos.
En respuesta a la captura de todos los individuos salvajes del cóndor de California, en 1988 el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EE.UU. comenzó un experimento de reintroducción que implica la liberación de cóndores en cautiverio a la vida silvestre de California. Sólo las hembras fueron liberadas para eliminar la posibilidad de introducir accidentalmente una especie de América del Sur en los Estados Unidos. El experimento fue un éxito, y todos los cóndores andinos fueron recapturados y re-introducidos en América del Sur antes de llevar a cabo la reintroducción de los cóndores en California.
En agosto de 1991, en Pampa de Achala, Córdoba, Argentina, se dio origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Este proyecto está organizado por el ZOO de Buenos Aires, la Fundación Temaikén y la Fundación Bioandina Argentina y cuenta con el apoyo de prestigiosas instituciones, nacionales e internacionales. Su principal objetivo es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.
El misticismo de su muerte
Los incas creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta el mito, cuando el animal siente que comienza a envejecer y que sus fuerzas se le acaban, se posa en el pico más alto y saliente de las montañas, repliega las alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el fondo de las quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, ya que con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal respetado por todos aquellos que vivían en los Andes desde tiempos anteriores al descubrimiento de América, ya que no sólo traía buenos y malos presagios, sino que también era el responsable de que el sol saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y elevarlo sobre las montañas iniciando el ciclo vital.
Simbolismo
Aparece como símbolo patrio en los escudos de armas de las Repúblicas de Bolivia (búsqueda de horizontes sin límites), Chile (fuerza), Colombia (Libertad y Orden), Ecuador (poderío, grandeza y valor). También aparece en el del Estado Mérida (Venezuela) (actitud de emprender vuelo); y en el del primer escudo del Perú (1820). Además, aparece en el escudo de la Universidad Nacional Autónoma de México representada junto al Águila azteca. El Cóndor Andino es también el emblema militar de la Fuerza Aérea de Chile y de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, así como de la Armada del Ecuador. También un cóndor es el logo de la aerolínea de bandera argentina Aerolíneas Argentinas. La representación del cóndor en los escudos varía de país en país. En el escudo de Chile aparece coronado y de perfil, en el de Colombia lleva una rama de laurel en el pico, mientras que en el Ecuador se lo representa con las alas desplegadas. En el caso ecuatoriano, el cóndor aparece en el escudo por primera vez en 1843, manteniéndose hasta la actualidad. En todos los casos aparece representado al natural, en actitud de vuelo y con las alas desplegadas.(Texto gentileza de: https://es.wikipedia.org/wiki/Vultur_gryphus)
IMÁGENES TOMADAS EN CAMPO QUIJANO DE SALTA "LA LINDA"
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